lunes, 25 de enero de 2010

Chávez 1, Venezuela -3

La famosa y mal llamada Revolución Bolivariana (porque no es ni revolución, ni Bolívar se hubiera identificado con ella) ha dejado a su paso una década, estadísticamente hablando, muy equilibrada. Desde la entrada al gobierno del presidente Chávez en Venezuela cada pérdida se ha compensado con una ganancia; así por ejemplo los venezolanos han perdido su libertad de expresión (con cierres de medios, leyes autoritarias y persecución de periodistas), pero han ganado unos índices de criminalidad nunca antes visto (sólo en 2009 un 46% de los hogares sufrió algún tipo de crimen); Venezuela ha pasado a ser uno de los países menos prósperos del mundo, según el índice Legatum 2009, pero eso sí también se ha convertido en el más corrupto de Latinoamérica según la organización Transparencia Internacional; y sí Venezuela es el país de Latinoamérica con mayor índice de inflación por cuarto año consecutivo según el propio Banco Central de Venezuela, pero para contrarrestar este nivel máximo de corrupción y por aquello de que matemáticamente más por menos es menos, el gran logro del socialismo del Siglo XXI ha sido posicionar a Venezuela como el país con menos desigualdad de Latinoamérica, según el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela. Suponemos que esa igualdad se debe a que si ya nadie puede decir lo que piensa, la inseguridad es generalizada, el atraso es cada vez más latente, la crisis económica se ha duplicado en el último año y todo ante la inmutabilidad de los representantes del gobierno; realmente la sociedad venezolana cada vez es más igual, igualmente pobre, igualmente impotente ante un gobierno autocrático con cada vez más controles, igualmente necesitada de un presidente que saque adelante a el país que más drásticamente ha descendido en calidad de vida en los últimos 10 años.
A la interminable lista de las pérdidas que han sufrido los venezolanos recientemente se ha sumado la pérdida de la capacidad de asombro, cuando se pensaba que el cierre del canal de televisión RCTV ya era el colmo, Chávez cierra 63 medios de comunicación más y lleva a estudio otros 240; cuando parece que la escasez de alimentos, productos y servicios no puede ser peor, Chávez decide racionar a su antojo también la luz y el agua. Ya nada parece sorprender pero cada vez más los venezolanos nos acostumbramos a las nuevas reglas del juegos que el presidente impone; crimen, pobreza y corrupción son el día a día del venezolano. Este es el juego del desgaste, Chávez +1, Venezuela - 3

1 comentario:

Walter Cram dijo...

la alcachofa, de nuevo al ataque! volviendo el agua dulce..
Me alegro, sobre todo si es para dar caña al recorte de derechos.
Por cierto conoces www.ipsnoticias.net, que opinion te merece?